viernes, 24 de febrero de 2017

Como elegir adecuadamente un Disco Duro

¿Cómo elegir el mejor disco duro magńetico o de estado sólido?  




Los discos duros son una parte fundamental de nuestro ordenador, ya que se encargan de almacenar la información y el software instalado. Lo que haré en este artículo será analizar las características que debéis mirar antes de comprar un disco duro para realizar una compra de calidad y no arrepentirse en el futuro. 





CRITERIOS A TENER EN CUENTA: 


Alguno de vosotros se preguntarán, ¿en qué me debo fijar para escoger un buen disco duro? Pues bien, ahora os comento las características que más influyen en la calidad y el rendimiento a la hora de elegir un buen disco duro:  



  • Capacidad: como es lógico, una de los principales datos por el que debemos guiarnos para comprar un disco duro es la capacidad. Este dato es muy personal, ya que cada persona puede necesitar una capacidad distinta según sus intereses. Pero es aconsejable comprar un disco duro mayor para no tener problemas de espacio en el futuro. Creanme, aunque pienses que es suficiente, nunca es suficiente. Un disco duro magnético de 1TB (1000 GB) ya es un gran disco duro, aunque los hay de mayor tamaño. En cuanto a los SSD, tendrás que conformarte con capacidades inferiores alrededor de los 500GB por el momento o pagar precios bastante elevados por discos SSD superiores a esta capacidad.  Hay que decir, que tanto los SSD como los HDD están en constante desarrollo para aumentar las capacidades y puede que desde que se ha escrito este artículo hayan aumentado las capacidades. Por ejemplo, Western Digital ha presentado un disco duro de 6TB que es un 23% más eficiente y un 38% más rápido. El secreto está en el helio, que sustituye al aire del interior del disco que limitaba la cantidad de platos internos imponiendo 5 por pulgada. El WD de 6TB puede tener 7 por pulgada gracias al helio y este gas ofrece menos resistencia que el aire, permitiendo que los discos no demanden tanta energía para girar y sean más silenciosos. Seagate hizo algo similar para superar la barrera de los 500GB con un disco de 750GB hace años, pero la solución de Seagate fue la denominada tecnología PMR (Perpendicular Magnetic Recording). PMR grababa los datos perpendicularmente para que cada bit ocupase menos espacio que en la "Longitudinal Recording" convencional. 






Como elegir adecuadamente un Disco Duro

  • Tipo: creo que es el segundo factor más importante, determinar el tipo de disco que necesitamos según el uso que le vamos a dar. Por lo general existen tres tipos: los discos duros magnéticos o HDD (Hard Disk Drive), los discos duros de estado sólido o SSD (Solid State Disk) y los híbridos (SSHD). Los magnéticos que son los convencionales y utilizan un sistema electromecánico y guardan la información magnéticamente en platos. Son bastante fiables, pero son los más “lentos” (puesto que usan partes mecánicas), aunque resultan suficientemente rápidos para la mayoría de usuarios. Los discos SSD son discos que emplean memorias flash/DRAM electrónicas (chips de memoria como los de los pendrives o las tarjetas de memoria). Eso hace que no dependan de partes mecánicas y los accesos sean muchos más rápidos, similares a los de una RAM. Pero los SSD, al basarse en memorias flash/DRAM, sus celdas se deterioran con las lecturas/escrituras, llegando un momento en el que dejan de funcionar y no se pueden recuperar los datos (las últimas tecnologías pueden extender desde 100.000 a 1.000.000 de ciclos). Por último, los híbridos son en realidad discos duros magnéticos a los que le han añadido una memoria flash (como la de los SSD) y tecnologías que cargan los datos que se usan frecuentemente para agilizar la velocidad. Si necesitas un disco duro rápido y fiables a la vez, la mejor solución es optar por un híbrido. En cambio, si lo que haces es usar videojuegos o programas que necesiten mucho rendimiento, sin importar tanto la fiabilidad, compra un SSD. Otra opción recomendable es optar por un disco duro SSD para instalar el sistema operativo y demás software y otro HDD para guardar tus datos más importantes... Además, ten en cuenta que los SSD son más caros y tienen menor capacidad (no suelen superar los 500 GB, aunque hay algunos de hasta 1TB, frente a los 3TB o más de los HDD).  


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  • Tamaño: según para lo que vaya destinado el disco duro, tendrá que tener un tamaño determinado. Por ejemplo, si es un disco duro para un ordenador portátil, este debe ser de 2.5” y si es para un sobremesa de 3.5” (aunqeu también valdrían los de 2.5” con un adaptador para las bahías). Incluso existen otros discos duros de otros tamaños, como por ejemplo los de 1.8” para otros dispositivos móviles (reproductores de MP3,...). También existen de 1” y de 0.85”. Si el uso que le vas a dar es “movido”, es decir, si el disco duro va a sufrir movimientos bruscos o golpes, lo mejor es escoger uno pequeño, puesto que aguantan mejor las vibraciones que los de 3.5”. 

  • Interfaz: es importante elegir la interfaz adecuadamente, no solo por cuestiones de compatibilidad de conexión, sino porque de esta depende la velocidad de transferencia de datos entre el disco duro y el equipo. Los antiguos IDE/ATA han dejado paso a los SATA, USB, Firewire, SCSI, Esata,... Lo normal es que si es un disco duro interno se escoja la interfaz SATA III (siempre que sea compatible con nuestro sistema, la versión 3 puede llegar a tasas de transferencia de 600 MB/s), mientras que para los externos sería mejor seleccionar un USB 3.0 (con tasas de transferencia igual al SATA III) por cuestiones de compatibilidad (no todos los equipos soportan eSATA, SCSI o Firewire, pero sí que tienen USB y éste tiene retrocompatibilidad con versiones USB 2.0 y USB 1.1..., así que en ese sentido no hay problema). 

  • Tiempo de lectura: es el tiempo que tarda la aguja del cabezal (en los discos duros magnéticos) en situarse en la posición pista/sector donde se lee el dato requerido. Es interesante que este tiempo (medido en milisegundos o nanosegundos) sea lo más bajo posible, porque esto indica que el disco duro será más rápido. Un tiempo de 8 ms para un disco duro magnético está muy bien, en cambio para uno de estado sólido podría rondar los 550 ns... Otros datos aportados por algunos fabricantes son el tiempo medio de acceso, tiempo de escritura, latencia, etc., pero el de lectura puede indicarnos más gráficamente la velocidad que tendrá. 

  • Tasa de transferencia: es la cantidad de bites por segundo que puede transferir el disco duro desde o hacia el exterior. Esto será interesante para saber si el disco duro será rápido o no, un disco duro muy rápido y con una tasa de transferencia baja hará un efecto de “cuello de botella” y afectará al rendimiento. 

  • Velocidad de rotación: esta interfiere directamente en la velocidad del disco. Indica a cuantas revoluciones por minuto giran los platos del disco (solo para discos duros magnéticos). A mayor velocidad, menor latencia media, es decir, menos tiempo tardará la aguja o cabezal en situarse en el sector deseado. Lo normal son 7200 rpm para discos duros de 3.5” y 5400 rpm para 2.5”, por debajo de esto sería algo lento. 

  • Caché o buffer: es una memoria flash que integran los discos duros. Esta memoria es más rápida que la del disco duro y hace de enlace entre el disco y el sistema. Con esta memoria intermedia se agilizan los procesos, ya que se puede llegar de datos desde/hacia el disco duro y esta puede ser accedida de manera más rápida. Así que busquen discos duros con buffer mientras mayor mejor, una buena cantidad puede ser entre 8 y 16MB. En los SSHD, esta caché tiene especial importancia y suele ser de mayor tamaño. 

  • Porcentaje de fallos: es la cantidad de fallos que suelen aparecer en los discos duros. Estos datos no suelen facilitarlos los fabricantes, sino empresas dedicadas a realizar test de los productos existentes. Según estos análisis, los discos duros SSD que menos fallan son los Samsung, seguidos de los Plextor, en tercer lugar los Intel, cuarto puesto para Crucial, quinto para Corsair y sexto para OCZ. En cuanto a los HDD, los Toshiba suelen ser los mejor parados en este sentido, seguidos de los Seagate, luego vendrían en tercer lugar los Western Digital, cuarto puesto para Samsung (la división de discos duros fue adquirida por Seagate) y quinto para Hitachi (HGST). Esto puede variar de un año para otro y del tamaño de disco elegido, los datos expuestos pertenecen a un estudio de 2013, pero cuando hablamos de capacidades mayores, los mejores parados eran los Hitachi (seguidos de los WD y los Seagate salen bastante mal parados) y los peores los Toshiba... También es diferente analizar un Seagate Barracuda, que un Seagate Momentus o un Seagate Constellation, pro ejemplo. Evidentemente la serie Seagate Constellation tendrá una fiabilidad impecable, ya que están destinados a empresas y gobiernos. Me gustaría decir que Seagate ha sido una de las mejores durante muchos años, pero últimamente está bajando un poco su fiabilidad (puede que tenga algo que ver la adquisición de la compañía de recuperación de datos). En cambio otras que permanecían a la sombra parecen haber resurgido, como HGST (actualmente adquirida por WD). 

  • Consumo: el consumo no es un factor clave en el rendimiento, pero sí en el ahorro y en el respeto con el medio ambiente. Un disco duro más eficiente siempre interesará más, sobre todo si se va a destinar a un sistema NAS o RAID. Visualiza los datos sobre consumo entre discos duros y mira cual es el más adecuado, sobre todo si va destinado a un equipo móvil o que depende de una batería. Los SSD suelen tener un consumo más bajo, que debería estar por debajo de los 2w. Mientras que los HDD pueden llegar a los 5w.

  • Calor disipado: es interesante conocer si el disco duro se calienta mucho o no. El calor puede afectar al rendimiento y además causa daños tanto en los discos duros magnéticos como en los de estado sólido. Evita comprar discos duros de los que hayas leído que se calientan demasiado y asegurate de que tenga una buena ventilación o refrigeración. Los nuevos discos HDD con helio se sobrecalentarán menos por las propiedades de este gas. Los SSD deben estar compuestos por chips eficientes que no tengan un elevado TDP. 

  • Rango de temperatura operativa: a no ser que estés en condiciones extremas o para uso militar (en el hilo o desierto), esto no debe ser un problema grave. Pero sí que deberías fijarte en el rango especificado por el fabricante, que normalmente puede ir de 5ºC a 60ºC. Mientras más alto sean estos valores, mejor, puesto que deberían soportar las altas temperaturas mejor.  Los discos duros SSD tienen ventaja, puesto que pueden aguantar rangos entre -60ºC y 95ºC sin problema. 

  • Ruido: los SSD no emiten sonido, al no tener partes mecánicas y piezas móviles. En cambio los HDD si que las tienen y los sonidos deben de ser lo más bajos posibles, por cuestiones meramente de confort (a no ser que te dediques a la edición de sonido y necesites un equipo ultrasilencioso). El ruido generado se mide en decibelios (dB) y puede llegar a los 26dB durante el funcionamiento y algunos decibelios menos durante el reposo. 
MÁS CONSEJOS


Un consejo, evita los discos duros “Refurbished o Recertified”, ya que son discos duros defectuosos que fueron reparados en la fábrica. No deberían dar problemas, pero no es lo mismo una unidad que haya nacido bien a una que haya tenido que ser reparada antes de salir de fábrica. Estos discos duros se venden a menor precio, pero debemos evitarlos. Estos discos duros suelen hacer más ruido de lo normal y vienen con algunos sectores dañados, así que la fiabilidad es baja.  
Tampoco debes fiarte mucho de las marcas subsidiarias o marcas B, me refiero a que Seagate ha adquirido últimamente a la división de discos duros Maxtor y Samsung, la primera desaparecía como marca, pero aun se siguen vendiendo discos duros con marca Samsung y estos son en realidad discos duros Seagate a los que le han realizado un “rebranded” y no se si mantendrán la misma calidad de la marca madre o no. Hitachi (Hitachi Global Storage Technologies o HGST) también compró la división de IBM y se quedó con su tecnología, pero ahora forma parte de Western Digital (WD). Y la próxima en caer será Toshiba, que será adquirida por Seagate o WD seguramente... Pero cuando hay este tipo de movimientos la calidad suele variar considerablemente y lo que antes era una marca fiable puede ahora no serlo tanto o al contrario.  






¿CUAL ELEGIR EN CADA CASO?  

Llega la hora de la verdad y ahora analizamos tres discos duros HDD, tres SSD y otros tres híbridos. De bajo, medio y alto coste en cada caso para que se adapte a todas las necesidades y bolsillos. Espero que te sea de mucha ayuda: 

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La diferencia de funcionamiento entre HDD y SSD 
Los HDD guardan los datos en placas de metal que están girando todo el tiempo y cada vez que el ordenador quiere buscar algo, el dispositivo usa un componente llamado “cabezal” (que se parece a una aguja) para ubicar la posición donde está la información y dársela al ordenador. Este mismo método es usado para grabar información en un HDD. 
Los SSD, por otro lado, nunca se están moviendo, por eso tienen en su nombre “estado sólido”. Para almacenar la información crean bloques y cada vez que el ordenador quiere acceder a ella, el SDD solo la entrega como diciendo “aquí está”. Por supuesto, el proceso es más complicado, pero esta es una explicación simple para que entiendas que el dispositivo es mucho más eficiente y rápido que un disco duro. 
VentajasIzquierda SSD, derecha Disco Duro.  




Las ventajas de un SSD 



Precisamente por la manera eficiente en la que funcionan los SSD, son el mejorupgrade que puedes hacerle a tu ordenador si quieres que funcione más rápido. Y, de hecho, pueden acelerar el funcionamiento de un computador de varias maneras: 
El tiempo de inicio del sistema operativo se reducirá significativamente.Ya no tendrás que esperar dos minutos para que Photoshop abra; con un SSD solo deberás pestañear aproximadamente dos veces.Cuando guardes y abras documentos no habrá lag.Copiar y duplicar archivos será una tarea menos tediosa y con una espera reducida.En general, el sistema será más rápido.
 


Los SSD también tienen sus desventajas 
Con la velocidad que ofrecen los SSD, la verdad es que hay poco de que quejarse. Además, como no están en movimiento constante, son más duraderos. El problema viene cuando queremos comprar uno, así sea para un ordenador nuevo o para uno que queramos actualizar. El precio es muchísimo más alto que el de los HDD. Por ejemplo, si quieres gastar alrededor de 100 euros en un SSD solo obtendrás unos 240 gigabytes de espacio, y si quieres gastar lo mismo por un HDD podrías conseguir algún modelo de hasta 3 o 4 terabytes. La diferencia entre el espacio de ambos es enorme. 
Mirando el lado positivo, tenemos a nuestro favor dos cosas: los SSD y HDD pueden co-habitar en un mismo ordenador y sistema operativo, así que puedes incluir los dos. También, hay que considerar que en 240 gigabytes de SSD puedes instalar un sistema operativo y unos cuantos programas para que todo funcione rápidamente. Y si tu presupuesto solo te permite comprar un SSD con menos espacio de almacenamiento, al menos trata de que sea uno donde se pueda instalar un sistema operativo sin problemas para mejorar el rendimiento del ordenador.

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